Biologia Humana
viernes, 8 de junio de 2012
LA REPRODUCCIÓN CELULAR
BASES
DE LA REPRODUCCIÓN CELULAR
Cuando una célula se divide debe transmitir a sus
células hijas los requisitos esenciales para la vida: la información
hereditaria para dirigir los procesos vitales y la de los materiales en el
citoplasma que necesita la célula hija para sobrevivir y utilizar la
información hereditaria.
La información hereditaria de todas las células
vivas se encuentra en el ácido
desoxirribonucleico (DNA). Como muchas moléculas biológicas grandes, una
molécula de DNA consta de una larga cadena de pequeñas subunidades, llamadas
nucleótidos. Las unidades de herencia, los genes, son segmentos de DNA de unos
cuantos cientos a varios miles de nucleótidos de longitud. La secuencia de
nucleótidos en un gen, codifica la información para sintetizar el RNA y las
moléculas proteicas necesarias para construir y llevar a cabo las actividades
metabólicas.
Para que cualquier célula sobreviva debe tener un
juego completo de instrucciones genéticas. Por lo tanto, cuando una célula se
divide no puede simplemente dividir sus genes por la mitad y darle a cada
célula hija la mitad de un conjunto. En lugar de eso, la célula debe primero
duplicar su DNA.
LA TAXONOMIA
La taxonomía es, en su
sentido más general, la ciencia de la clasificación. Habitualmente, se emplea
el término para designar a la taxonomía biológica, la ciencia de ordenar a los
organismos en un sistema de clasificación compuesto por una jerarquía de
taxones anidados
Los árboles filogenéticos
tienen forma de dendrogramas. Cada nodo del dendrograma se corresponde con un claro:
un grupo de organismos emparentados que comparten una población ancestral común
(que no necesariamente estaba compuesta de un único individuo). Los nodos
terminales (aquí simbolizados por letras individuales) no pueden ir más allá de
las especies, ya que por definición, por debajo de la categoría especie no se
pueden formar grupos reproductivamente aislados entre sí, y por lo tanto no
evolucionan como linajes independientes, por lo que no pueden ser representados
por un diagrama en forma de árbol. La Taxonomía Biológica es una su disciplina
de la Biología Sistemática, que estudia las relaciones de parentesco entre los
organismos y su historia evolutiva. Actualmente, la Taxonomía actúa después de
haberse resuelto el árbol filogenético de los organismos estudiados, esto es,
una vez que están resueltos los clados, o ramas evolutivas, en función de las
relaciones de parentesco entre ellos.
En la actualidad existe el
consenso en la comunidad científica de que la clasificación debe ser
enteramente consistente con lo que se sabe de la filogenia de los taxones, ya
que sólo entonces dará el servicio que se espera de ella al resto de las ramas
de la Biología (ver por ejemplo Soltis y Soltis 2003[1] ), pero hay escuelas
dentro de la Biología Sistemática que definen con matices diferentes la manera
en que la clasificación debe corresponderse con la filogenia conocida.
GENOMA HUMANO
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4IcGRdz3tC-82IzIq09QBArDxnN3xnpsuf0jeQ0G9mmM0tW9caDACmK-c6EjYl19HyF0y6H93p64UHKhSredSpCMCRv4stFxqFhw9YxAklAxox_Z9c3nO8fqiAjX8HT7pp4Yh2CR_XBIm/s320/Imagen5.jpg)
EL GENOMA HUMANO
El
genoma humano es el genoma del Homo sapiens, es decir, la secuencia de ADN
contenida en 23 pares de cromosomas en el núcleo de cada célula humana
diploide. De los 23 pares, 22 son cromosomas autosómicos y un par determinante
del sexo (dos cromosomas X en mujeres y uno X y uno Y en hombres). El genoma
haploide (es decir, con una sola representación de cada par) tiene una longitud
total aproximada de 3200 millones de pares de bases de ADN (3200 Mb) que contienen
unos 20.000-25.000 genes[1] (las estimaciones más recientes apuntan a unos
20.500). De las 3200 Mb unas 2950 Mb corresponden a eucromatina y unas 250 Mb a
heterocromatina. El Proyecto Genoma Humano produjo una secuencia de referencia
del genoma humano eucromático, usado en todo el mundo en las ciencias
biomédicas. La secuencia de ADN que conforma el genoma humano contiene
codificada la información necesaria para la expresión, altamente coordinada y
adaptable al ambiente, del proteoma humano, es decir, del conjunto de las
proteínas del ser humano. Las proteínas, y no el ADN, son las principales
biomoléculas efectoras; poseen funciones estructurales, enzimáticas,
metabólicas, reguladoras, señalizadoras, organizándose en enormes redes
funcionales de interacciones. En definitiva, el proteoma fundamenta la
particular morfología y funcionalidad de cada célula. Asimismo, la organización
estructural y funcional de las distintas células conforma cada tejido y cada
órgano, y, finalmente, el organismo vivo en su conjunto. Así, el genoma humano
contiene la información básica necesaria para el desarrollo físico de un ser
humano completo. El genoma humano presenta una densidad de genes muy inferior a
la que inicialmente se había predicho, con sólo en torno al 1,5%[2] de su
longitud compuesta por exones codificantes de proteínas. Un 70% está compuesto
por ADN extragénico y un 30 % por secuencias relacionadas con genes. Del total
de ADN extragénico, aproximadamente un 70% corresponde a repeticiones
dispersas, de manera que, más o menos, la mitad del genoma humano corresponde a
secuencias repetitivas de ADN. Por su parte, del total de ADN relacionado con
genes se estima que el 95% corresponde a ADN no codificante: pseudogenes,
fragmentos de genes, intrones o secuencias UTR, entre otros.
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